El ejemplo de pared de ladrillo pintada para el interior que veremos aquí es pura y exclusivamente en color blanco. No tratamos de hacer un catálogo de los diferentes colores y comparar estos para ver cuál se ajusta mejor a cada ambiente. Por el contrario, pretendemos mostrar cuál es el acabado que se logra al pintar cualquier mampostería sin revocar en donde el ladrillo se encuentre a la vista y haciéndolo con pintura de esmalte sintético en blanco.
Ya que no tenemos un antes y después del resultado, sólo el acabado final, no podemos notar las principales ventajas aunque si las nombraremos aquí.
Básicamente encontraremos que el lugar se vuelve mucho más limpio permitiendo que lo higiénico hacemos de forma posterior mucho más fácilmente. Además, en caso de existir porosidad en los ladrillos esta se verá significativamente reducida gracias a la película que formara el sintético por encima de ellos.
Pintar ladrillos interiores
Hay quienes prefieren la utilización de pincel o brocha para pintar ladrillos en el interior. Sin embargo, una opción cada vez más recurrente, es la de optar por una pistola eléctrica que genere un spray esparciendo la pintura de forma uniforme. Esta última suele ser una forma mucho más rápida de avanzar aunque requiere más cuidados a la hora de proteger los pisos y los muebles en el hogar.
Finalmente, el método de pintado que no se recomienda y que no resulta efectivo en la mayoría de los casos es el rodillo. Este suele utilizarse cuando los ladrillos tienen la junta rasada, aunque las ondulaciones e imperfecciones lo vuelven igualmente inútil.
Los dejamos con estas fotografías de ladrillos pintados en color blanco para que puedan decidir por ustedes mismos si el acabado es el que están pretendiendo o lo verán como algo sin sentido de ponerse en práctica.