El concreto aparente o también conocido con el nombre de concreto arquitectónico es un tipo de material que cumple una doble función: estética y estructural, por ello es muy apropiado para edificaciones en donde se busca obtener superficies con textura. Pero ¿qué es el concreto aparente?
El concreto aparente es uno de los acabados posibles para el concreto utilizado en paredes en construcciones modernas, siendo el protagonista de la edificación.
De acuerdo a la terminación que se le da al concreto aparente es posible clasificarlos en dos tipos: acabados lisos y acabados directos.
Debido a que el concreto es el material definitivo de la construcción, es importante realizar cimbras apropiadas para que la terminación sea agradable y correcta, obteniendo así un producto de calidad.
Para mejorar el aspecto en donde las superficies serán lisas, se recomienda utilizar cemento blanco para así lograr uniformidad en el color. También influirán en la uniformidad del material los componentes de la mezcla, los desmoldantes, los curadores y los tipos de formaletas.
También es importante tener en cuenta que los concreto lisos tienden a agrietarse con mayor facilidad, por ello es importante obtener una mezcla apropiada en donde se disminuya al máximo la relación de agua-cemento.
Para los acabados lisos es muy importante prestar atención a la fabricación de la formaleta, ya que cualquier imperfección se quedará reflejada en el concreto.
Esto no sucede los acabados indirectos los cuales serán tratados luego del desencofrado.
El concreto aparente puede ser utilizado no sólo en la construcción de casas familiares, sino también en edificaciones con fines comerciales, industriales, recreativas y otras.
En las imágenes compartidas anteriormente se puede apreciar algunos ejemplos de utilización del concreto aparente o concreto arquitectónico. Esperamos esta nota haya sido de gran utilidad.